La maduración espiritual lleva su tiempo.
Mientras quizás nos preocupamos en que tan aprisa maduramos,
Dios se interesa en que tan fuerte crecemos. Dios ve nuestras
vidas desde el punto de vista eterno, por eso no tiene prisa.
¿Por qué toma tanto tiempo? Dios sabe que somos de lento
aprendizaje; Él conoce que tenemos mucho que desprender y nos
llevará tiempo; Él sabe que nos llevará tiempo enfrentar con
humildad las áreas que requieren cambio; Él sabe que el
crecimiento es doloroso y nos asusta, y que desarrollar
nuevos hábitos lleva tiempo. ¿En qué área de mi maduración
espiritual necesito ser más perseverante y paciente?
Ayúdame Señor a confiar en que estas trabajando en mi vida
aun y cuando no lo sienta. Revélame todo aquello que estorba
en mí relación contigo y necesito desprenderme y dejar
atrás. Ilumina con la luz de tu verdad mis defectos de carácter
para poder empezar a trabajar en ellos. Dame buena disposición
para reconocer con humildad que necesito cambiar y que aún no
has terminado conmigo.
"Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en
ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo
Jesús." Filipenses 1:6 (NVI)
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