
Atrapados en Solterilandia
Una historia de la vida imaginaria, que hará que dejes de dar muelas y
empieces a dar rodillas.
CAPÍTULO I
Desde hace poco más de doce años, vivo en uno de los lugares más
hermosos del planeta. Aquí las flores caminan por todas partes y, si
te portas bien, te sacan una costilla y la transforman en mujer. Se
trata de Solterilandia, un lugar hermosísimo, donde los jóvenes sueñan
hasta estando despiertos, recitan poemas de amor y envían muchos mini
mensajes, para que las tarjetas de llamadas les duren más. Repiten más
de cien veces al día la canción Uña y carne de Marcos Vidal, en Radio
Enamórate, sin dejar de mencionar Es cosa de dos, de Patty Cabrera y
las canciones de Rabito. Aquí se dan serenatas y se dan muelas.
Después de la Biblia y el Himnario de Gloria, el libro más leído es
¿Con quién me casaré? de Luís Palau. Al principio muchos pensaron que
este libro contenía un gran listado de varones y doncellas solteros,
con sus números de teléfonos y correos electrónicos. Debo confesar que
yo fui uno de ellos. Los días en Solterilandia son divertidos.
Compartir con la familia, ir a la Iglesia, estudiar y recordarle al
Padre Celestial, que fue Él quien dijo, que no es bueno que yo esté
solo. Yo no exijo mucho. La doncella sólo debe tener las tres "A":
adoradora, atractiva y adinerada. Puede ser líder de su iglesia o hija
de evangelista internacional. Puede tener visa americana o europea. La
marca del carro no me importa mucho. Que se sepa, yo no soy
materialista, sólo me preocupo de que no falte nada. Yo pertenecía al
coro de la iglesia, que se formaba frente al templo, después que
terminaban los cultos. También inventé el método "Ore mientras duerme"
y doy clases de piano por teléfono. Siempre observo en mi iglesia y en
las de la confraternidad, con la esperanza de encontrar una sierva
triple "A", para mudarme a la ciudad de Novia York, donde viven muchos
amigos míos desde hace un tiempecito. Hasta el momento mis esfuerzos
han sido inútiles y ninguna doncella me ha hecho caso. Un hermano de
la iglesia me aconsejó que me dedicara a orar y a esperar el tiempo de
Dios, a lo cual yo no hice caso. He decidido implementar nuevos
métodos, con tal de conseguir a la Soltera Maravilla.
Conseguirá el Soltero de la Mancha en la Camisa, una doncella triple
"A", le seguirán negando la visa para Novia York, abrirá un campo
blanco en una de las iglesias de la confraternidad, o se llevará del
apóstol Pablo, que dijo que es mejor que el hombre esté solo. No se
pierda el próximo capítulo de su mini serie Atrapados en
Solterilandia, una historia que hará que te enamores más de la vida
que de la doncella que te gusta, la cual sólo te quiere como amigo.
Bendiciones…
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