viernes, mayo 30, 2008

Multa por exceso de velocidad


Romanos 3:9-20
Llevaba 34 años conduciendo en Singapur, ¡cuando recibí mi primera multa por exceso de velocidad! No era la primera vez que excedía el límite de velocidad, pero sí la primera en que me multaban por hacerlo.
Mi primera reacción fue de indignación. Pero, al contemplar la lección espiritual, me di cuenta de que, sin importar cuánto tiempo había estado conduciendo sin una multa, seguía siendo responsable.

Si puedo quebrantar una ley tan claramente definida como un límite de velocidad, piensa en lo fácil que es quebrantar la ley perfecta de Dios, la cual abarca cada aspecto de la vida. Nadie, sin importar lo moral o fervientemente religioso que sea, puede guardarla perfectamente.

Pablo escribió: «Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado» (Romanos 3:20). Guardar la ley no puede salvarnos; más bien, por medio de la ley llegamos a estar conscientes de nuestro pecado (3:7-12). Esa es la razón por la que Dios envió a Su Hijo a salvarnos. Necesitamos la justicia de Jesús, porque no podemos ser justificados por medio de nuestras buenas acciones. Pablo concluyó que somos «justificado[s] por fe sin las obras de la ley» (v. 28).

Si has puesto tu fe en Cristo, puedes decir junto con Pablo: «Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado» (Romanos 4:7-8). -CPH


La ley de Dios nos muestra una necesidad que sólo la gracia de Dios puede proveer.

SE BUSCA: Un Joven con un corazón conforme al de Dios


Aqui va el resumen Uno de mis mayores deseos, y por lo que lucho dia a dia es, tener un corazón conforme al de Dios. Sé que no es una tarea fácil pero si David en aquel tiempo lo logró, con todas sus limitaciones, complejos, debilidades, sé que yo también podré, no se trata de hacer muchas cosas para Dios, se trata de una sola, y es lo que quiero compartir esta vez contigo

1. DIOS BUSCA UN JOVEN QUE PUEDA ORAR COMO DANIEL


Cuando leemos Daniel 6:1-10 entendemos que Dios necesita gente que pueda orar como Daniel, que en medio de la diferencia, peligro, etc encontramos respuestas de parte de Dios.

Los gobernadores y sátrapas buscaban motivos para acusar a Daniel, pero no hallaban. v.5

Cuando Daniel supo del edicto hizo lo siguiente: v.10

o Entró a su casa, y no hizo alborotos

o Abrió las ventanas de su casa y oraba 3 veces al día (como antes) -> esto nos habla de la manera de vivir de este hombre, no era un asunto del momento, una emoción que experimentó, sino su actitud constante de búsqueda de Dios.

o Oraba de rodillas (humillación, reconocimiento, gratitud). Cuanto te esta haciendo falta tener buenos momento de rodillas delante de Dios, y alcanzar las victorias que necesitas a los pies del maestro?

2. DIOS BUSCA UN JOVEN QUE PUEDA SOPORTAR PRESIÓN COMO JOB


Cada vez que hablo de la presión no deja de venir a mi mente cuando un joven llorando con su abuela, me entregó una soga con la cual intentó suicidarse. Que alegría para mi saber que Dios le había dado otra oportunidad, pero que triste saber que nuestros jóvenes cada vez mas toman decisiones fáciles, atajos que los llevan a la muerte. Job es un ejemplo, de que en medio de la presión, aun cuando hayas perdido todo lo que tienes, puedes mantenerte firme y refugiarte en los brazos de Dios Padre. ¡NO te rindas…!

Job 1 - 2:10

Job era un hombre:
o -Perfecto y recto –Temeroso de Dios –Apartado del mal

o -El mas importante de todos los orientales, con muuucho dinero

Pero un dia pareció que todo se vino abajo… ¡perdieron todas sus posesiones!
A pesar de todo lo que estaba pasando, mantuvo su “integridad (integridad= no hace falta nada)” Lloro, pataleó, calmó, reclamó… pero no maldijo a Dios.
Inclusive su mujer le dijo: “Aun te mantienes en tu integridad? Maldice a Dios y muérete mejor”
o Pero Job no pecó delante de Dios

· Quien te presiona a ti?

-Tal vez a hacer cosas que no debes, cosas que no honran a Dios

· Tu solo no podrás soportar la presión:

Capitulo 42: 2 = “Reconozco que todo lo puedes”

Filipenses 4:13 = “Todo lo puedo en Cristo…”

3. DIOS BUSCA UN JOVEN CON LA SENSIBILIDAD DE PEDRO


Hechos. 2:1-20, 6:8-12, 7:55-60.

Cuando llegó el día de pentecostés sucedieron varias cosas importantes que podríamos resaltar. Una de ellas es que Pedro demostró un gran celo y sensibilidad por el Espiritu Santo de Dios. Cuando el Espíritu Santo tomó control de la lengua de muchos presentes:

· Le gente se burlaba, decían que estaban borrachos


Que increíble que los discípulos de Jesús estaban presenciando esa burla al poder de Dios…
“Excepto Pedro”->cuando Pedro escuchó aquello “Se levantó y alzó su voz…” v.16-41
Mira que interesante, ya Dios había planeado utilizar a Pedro, aquel hombre que muchas veces le sacó las canas a Dios, pero por esa sensibilidad tres mil personas se convirtieron a Jesús.
El evangelio de Dios es poder, y cuando eres sensible a Dios y haces lo que el te indique hacer lograras muchas cosas en El. Se cumple lo que dice “No me avergüenzo del evangelio…” en Romanos1:16

4. DIOS BUSCA UN JOVEN QUE TENGA UN CORAZON COMO EL DE DAVID



Por qué un corazón como el de David? Que tenia David de especial que no tenga esta generación de jóvenes? Realmente tenía una actitud de rendición delante de Dios. David cometió muchos errores, los cuales le costaron mucho de parte de Dios, pero siempre hubo una acción de humillación, en la cual se arrepentía porque si algo anhelaba David era agradar a Dios.

· Recuerda como David fue levantado por Dios en 1 Samuel 16

A. Ya Saúl no iba a ser más el Rey de Israel

Dios escogió a uno de los hijos de Isaí, ¿Cual era?
El mayor, el mas fuerte?
El segundo, el mas inteligente?
El tercero, el mas hábil? etc
No, realmente Dios no estaba interesado ni aun tampoco en lo externo…
Dios escogió al menor, el pastor de las ovejas. A pesar de que era el menor, el pastor de ovejas, el menospreciado -> Fue el ungido de Jehová
“No mires lo que esta delante de tus ojos”
Dios mira tu corazón
Recuerda que:




“Dios anhela tu vida, entonces, sobre toda cosa guardada guarda tu corazón, porque de él mana la vida” Proverbios 4:23

Renuevodeplenitud.com

Reflexiones - El día en que Jesús guardó silencio


Aún no llego a comprender cómo ocurrió, si fue real o un sueño. Solo recuerdo que ya era tarde y estabá en mi sofá preferido con un buen libro en la mano. El cansancio me fue venciendo y empecé a cabecear…

En algún lugar entre la semi-inconsciencia y los sueños, me encontré en aquel
inmenso salón, no tenía nada en especial salvo una pared llena de tarjeteros, como los que tienen las grandes bibliotecas. Los ficheros iban del suelo al techo y parecía interminable en ambas direcciones

Tenían diferentes rótulos. Al acercarme, me llamó la atención un cajón titulado: “Muchachas que me han
gustado”. Lo abrí descuidadamente y empece a pasar las fichas. Tuve que detenerme por el impresión, había reconocido el nombre de cada una de ellas: ¡se trataba de las muchachas que a MÍ me habían gustado!

Sin que nadie me lo dijera, empecé a sospechar de donde me encontraba. Este inmenso salón, con sus interminables ficheros, era un crudo catálogo de toda mi existencia.

Estaban escritas las acciones de cada momento de mi vida, pequeños y grandes detalles, momentos que mi memoria había ya olvidado.

Un sentimiento de expectación y curiosidad, acompañado de intriga, empezó a recorrerme mientras abría los ficheros al azar para explorar su contenido.

Algunos me trajeron alegría y momentos dulces; otros, por el contrario, un sentimiento de vergüenza y culpa tan intensos que tuve que volverme para
ver si alguien me observaba.

El archivo “Amigos” estaba al lado de “Amigos que traicioné” y “Amigos que abandoné cuando más me necesitaban”.

Los títulos iban de lo mundano a lo ridículo. “Libros que he leído”, “Mentiras que he dicho”, “Consuelo que he dado”, “Chistes que conté”, otros títulos eran: “Asuntos por los que he peleado con mis hermanos”, “Cosas hechas cuando estaba molesto”, “Murmuraciones cuando mamá me reprendía de niño”, “Videos que he visto”…

No dejaba de sorprenderme de los títulos.
En algunos ficheros habían muchas
mas tarjetas de las que esperaba y otras veces menos de lo que yo pensaba.
Estaba atónito del volumen de información de mi vida que había acumulado.

¿Sería posible que hubiera tenido el tiempo de escribir cada una de esas millones de tarjetas? Pero cada tarjeta confirmaba la verdad. Cada una
escrita con mi letra, cada una llevaba mi firma.

Cuando vi el archivo “Canciones que he escuchado” quedé atónito al descubrir que tenía más de tres cuadras de profundidad y, ni aun así, vi su fin. Me sentí avergonzado, no por la calidad de la música, sino por la gran cantidad de tiempo que demostraba haber perdido.

Cuando llegué al archivo: “Pensamientos lujuriosos” un escalofrío recorrió mi cuerpo. Solo abrí el cajón unos centímetros.. Me avergonzaría conocer su tamaño. Saqué una ficha al azar y me conmoví por su contenido. Me sentí asqueado al constatar que “ese” momento, escondido en la oscuridad, había quedado registrado… No necesitaba ver más…

Un instinto animal afloró en mí. Un pensamiento dominaba mi mente: Nadie
debe de ver estas tarjetas jamás. Nadie debe entrar jamás a este salón..
¡Tengo que destruirlo!.

En un frenesí insano arranqué un cajón, tenía que
vaciar y quemar su contenido. Pero descubrí que no podía siquiera desglosar una sola del cajón. Me desesperé y trate de tirar con mas fuerza, sólo para descubrir que eran mas duras que el acero cuando intentaba arrancarlas.

Vencido y completamente indefenso, devolví el cajón a su lugar.
Apoyando mi
cabeza al interminable archivo, testigo invensible de mis miserias, y empecé a llorar. En eso, el título de un cajón pareció aliviar en algo mi situación:

“Personas a las que les he compartido del amor de Jesús”. La manija brillaba, al
abrirlo encontré menos de 10 tarjetas. Las lagrimas volvieron a brotar de mis
ojos. Lloraba tan profundo que no podía respirar. Caí de rodillas al suelo
llorando amargamente de vergüenza. Un nuevo pensamiento cruzaba mi mente: nadie deberá entrar a este salón, necesito encontrar la llave y cerrarlo para siempre.

Y mientras me limpiaba las lagrimas, lo vi. ¡Oh no!, ¡por favor no!, ¡El no!, ¡cualquiera menos Jesús!. Impotente vi como Jesús abría los cajones y leía cada una de mis fichas. No soportaría ver su reacción. En ese momento no deseaba encontrarme con su mirada.

Intuitivamente Jesús se acercó a los peores archivos. ¿Por qué tiene que leerlos todos? Con tristeza en sus ojos, buscó mi mirada y yo bajé la cabeza de vergüenza, me llevé las manos al rostro y empecé a llorar de nuevo. El, se acerco, puso sus manos en mis hombros.

Pudo haber dicho muchas cosas. Pero el no dijo una sola palabra. Allí estaba junto a mí, en silencio. Era el día en que Jesús guardó silencio… y lloró conmigo.

Volvió a los archivadores y, desde un lado del salón, empezó a abrirlos, uno por uno, y en cada tarjeta firmaba su nombre sobre el mío. ¡No!, le grité corriendo hacia El.

Lo único que atiné a decir fue solo ¡no!, ¡no!, ¡no! cuando le arrebaté la ficha de su mano. Su nombre no tenía por que estar en esas fichas. No eran sus culpas, ¡eran las mías! Pero allí estaban, escritas en un rojo vivo. Su nombre cubró el mío, escrito con su propia sangre. Tomó la ficha de mi mano, me miró con una sonrisa triste y siguió firmando las tarjetas.

No entiendo como lo hizo tan rápido. Al siguiente instante lo vi cerrar el
último archivo y venir a mi lado. Me miró con ternura a los ojos y me dijo:

Consumado es, está terminado, yo he cargado con tu vergüenza y culpa.

En eso salimos juntos del Salón… Salón que aún permanece abierto…. Porque todavía faltán más tarjetas que escribir…

Aún no se si fue un sueño, una visión, o una realidad… Pero, de lo que si estoy convencido, es que la próxima vez que Jesús vuelva a ese salón, encontrará más fichas de que alegrarse, menos tiempo perdido y menos fichas vanas y vergonzosas.

Romanos 10:13-15 (Nueva Versión Internacional)

13 porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.
14 Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?15 ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: ¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!

(Solteros chistes)1era. Visión del Profeta Solteremías


En el año noveno del reinado de Emiliano, pastor de la iglesia La Higuera Mojada, vino a mí palabra de mi propia concupiscencia, diciendo: Enamórate de Rocío, la hija del diácono Gilberto, la que tiene los ojos azules, entona himnos y es atractiva a los ojos. Y me dijo también, ve y dile: Una rosa como tú, necesita una espina como yo, y un tesoro como tú, necesita ser guardado en un cofre como yo. Y cuando mi concupiscencia terminó de hablarme, yo me levanté y me alisté para irme para la iglesia, y hablar con Rocío después del culto. Entonces le dije lo que mi concupiscencia me había dicho. Y Rocío me dijo que ella no está en tener amores por ahora, que ella estaba en consagrarse, y que yo debía hacer lo mismo. Entonces yo, luego me fui a mi casa muy triste y dejé de hacerle caso a la voz de mi concupiscencia.

http://felizmentesoltero.blogspot.com/

jueves, mayo 29, 2008

Hablemos de tatuajes



Con el paso de los años lo que era muy malo en los tatuajes ha querido cambiar, y de hecho en la actualidad hasta se exalta y se lo acepta como "un adorno personal".
Pudiera ser que la modernidad considere que la ley del Antiguo Testamento no está vigente, que ya no se ajusta a esta época; para esto veamos lo que dice Dios en el Nuevo Pacto que hizo con su pueblo por medio de la obra redentora de Jesucristo en la cruz: "Por tanto hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. No os conforméis a este mundo [tiempo presente]..." (Romanos1 2:1-2).


Estudios arqueológicos y antropológicos revelan que el tatuaje nace con el hombre mismo. Se encontró un tatuaje en la espalda de la momia de un caminante que murió hace 5.300 años en los hielos alpinos; los egipcios practicaban el tatuaje desde el 2000 a.C. y también momias encontradas en Asia poseían grandes tatuajes.

El tatuaje consiste en la inserción de colorantes bajo la epidermis; se perfora la piel con instrumentos punzantes, y más recientemente con aguja eléctrica.
Entre los pueblos primitivos, tatuarse no tenía nada transgresivo, sino que incluso era signo de integración social, de distinción o de identificación personal. Nuestros ancestros lo usaron como camuflaje para la caza, y también existía la creencia de que los tatuajes protegían contra la mala suerte y las enfermedades. En estos últimos tiempos se usan como "adornos". Sea cual fuere su finalidad, el tatuaje siempre ha sido exclusivo de su portador y refleja sus necesidades personales.

Pueden verse tatuadas imágenes pavorosas, tanto en tribus arcaicas como en modernas tribus urbanas –pandillas– y todo con el fin de intimidar a sus enemigos. A principios de este siglo solo llevaban tatuajes la gente que viajaba mucho, y a esas personas se les consideraba como lo peor de lo peor, pues los tatuajes eran exclusivos de los criminales y marginales. Pero este concepto ha cambiado muchísimo con los tiempos modernos, a tal punto que se los reconoce como un adorno corporal que expresa un mensaje personal, y ha evolucionado con la moda misma; ha llegado a su ideal artístico y técnico.



Vemos en los estudios arqueológicos que los tatuajes eran practicados por diferentes culturas y razas; y aún exploradores del siglo XVIII (J. Cook) lo vieron en tribus de los mares del Sur, e introdujeron en Europa el término ta-tau, que en polinesio significa "marca sobre la piel".
Pero lo que hacen todos esos estudios antropológicos, es confirmar aquello que Dios nos dejó en su Palabra escrita que es la Biblia. En el Antiguo Testamento se cita que los pueblos vecinos a Israel eran pueblos paganos, que se hacían incisiones en su piel como señal de duelo y esa costumbre, a su vez, formaba parte de un rito funerario en honor de Baal, el dios cananeo de la fertilidad.

Dios le dejó a su pueblo mandato para no hacer esta práctica, con el fin de no contaminarse al participar en este rito pagano, Dios dice en su Palabra: "No haréis incisiones en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo, Jehová" (Levítico 19:28), y este mandato está incluido en un capítulo que se llama "Leyes de santidad y de justicia". También se lo recuerda cuando le dice al pueblo de Israel que es pueblo santo escogido para Él y que son hijos suyos (ver Deuteronomio 14:1-2).

Vimos, en la corta revisión, que con el paso de los años lo que era muy malo en los tatuajes ha querido cambiar, y de hecho en la actualidad hasta se exalta y se lo acepta como "un adorno personal".
Pudiera ser que la modernidad considere que la ley del Antiguo Testamento no está vigente, que ya no se ajusta a esta época; para esto veamos lo que dice Dios en el Nuevo Pacto que hizo con su pueblo por medio de la obra redentora de Jesucristo en la cruz: "Por tanto hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. No os conforméis a este mundo [tiempo presente]..." (Romanos1 2:1-2).

Es claro que Dios le habla a su pueblo en estas dos citas, y lo hace porque la primera y principal consecuencia de tal costumbre es que el que la practica se aparta de Él; pero el ser humano desde su creación está apartado de Dios por el pecado, de modo que es bueno hacerle saber a quien piense hacerse un tatuaje que, además de continuar apartado de Dios, puede tener consecuencias graves: va a causarle dolor; va a mutilar su cuerpo de manera tal que quedará marcado para toda la vida; puede presentar una reacción alérgica grave a la tinta, que puede causarle hasta la muerte; puede contagiarse con una infección dérmica que le desmejorará su salud; puede contagiarse con el SIDA; puede hacer una cicatriz queloidea, la cual deformará grandemente en lugar de "adornar" a la persona; y si por algún motivo no le agradara más el tatuaje, tendrá que vivir con eso, sometido a un tipo de ropa que le cubra su marca; y si desea y tiene cómo quitárselo, solo hay un método –con rayo láser– el que es muy costoso y no garantiza eliminarlo en un cien por cien –mientras más grande el tatuaje, menor probabilidad–.

bueno recordar también que Dios puede lavar y borrar en forma definitiva todos los pecados, santificando y justificando a esa persona ante Él. Esto lo hace en el nombre de Jesús y por el poder de su Espíritu Santo: "Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios" (1 Corintios 6:11).

miércoles, mayo 28, 2008

¿Estamos escuchando?


Lectura: Salmo 119:41-48

Una fascinante película realizada en los años 50, La siguiente voz que escuches, cuenta la historia de una familia con una cantidad normal de pruebas y tensiones. Luego, una noche, la voz de Dios habla por la radio. Pero no sólo en el radio de esta familia: la voz de Dios se escucha en todo el mundo en cada radio, diciendo lo mismo al mismo tiempo.
Al principio las personas reaccionan con incredulidad, luego, con temor. Sin embargo, después de varios días de escuchar a «La Voz», las actitudes, las acciones y las prioridades de las personas comienzan a cambiar. El impacto de lo que Dios estaba diciendo afectó directamente la manera en que vivían sus vidas.

He escuchado a personas decir: «¡Si tan sólo Dios me hablara! Si tan sólo me dijera lo que tengo que hacer, lo haría». Pero la realidad más sencilla es que Dios ya nos ha hablado por medio de Su Palabra, la Biblia. ¿Le escuchamos cuando habla?

El salmista deseaba obedecer la Palabra de Dios «para siempre y eternamente»
(119:44). Y Santiago advirtió acerca de ignorarla cuando dijo: «Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos»
(Santiago 1:22).

¿Cómo responderías si Dios comenzara a hablarte en tu radio? Podemos estar agradecidos de que Dios sí nos habla -no en la radio sino en las Escrituras. Seamos lo suficientemente sabios como para escuchar y obedecer. -WEC


En las obras de Dios vemos Su mano; en Su palabra escuchamos Su corazón.


aqui va el resto del articulo

martes, mayo 27, 2008

El labrador


AUn labrador anciano tenía varios hijos jóvenes que se llevaban mal entre sí, peleaban contantemente.

Un día les congregó a todos y mando traer unas cuántas varas, las colocó todas juntas e hizo un haz con ellas, les preguntó cuál de ellos se atrevía a romperlo.



Uno tras otro todos se esforzaron para lograrlo, pero ninguno pudo conseguirlo.

Entonces el padre desató el haz y tomando las varas una a una les mostró cuán fácilmente se partían, y enseguida les dijo:

-De esta manera, hijos míos, si estan todos unidos nadie podrá vencerlos; pero si estan divididos y como enemigos el primero que quiera hacerles mal lo lograra.

Efesios 4:3-5
Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.4 Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza;5 un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo;6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos.

¿¿Que debo hacer con mi vida????


Todos anhelamos ser importantes. Nuestro deseo de aportar algo al mundo aflora mientras estudiamos, hacemos decisiones respecto a nuestra carrera y tratamos de corregir lo que hicimos mal en nuestra vida. ¿Qué respuestas busca ahora, ya sea usted un estudiante, un empleado o ex convicto? Así responde Chuck Colson.

Siempre he sido un idealista, cuando era joven tenía grandes sueños para mí mismo. Durante la Segunda Guerra Mundial organicé un proyecto que recolectó el dinero suficiente para comprar un Jeep para el ejército. Aún siendo muy joven vi que los pequeños esfuerzos logran grandes cosas. Mi deseo de aportar algo al mundo me llevó después a no solo alistarme en la Infantería de Marina, sino también a ingresar al mundo de la política. Lo que me atrajo de esta no fue solo el poder, sino el deseo de cambiar la sociedad. Quería aprender todo lo que pudiera y ayudar a mi país en algo que valiera la pena.

Los jóvenes de hoy tienen una amplia variedad de oportunidades de acusar un efecto en su generación y aún en las futuras. Cada vida es importante, y más significante aún; cada vida es importante para Dios. Aunque fui un hombre con conciencia durante mis años en la Casa Blanca, no entendí lo que significaba en realidad una vida con sentido hasta después de haber ingresado en la prisión. Mi búsqueda por el alma comenzó detrás de las rejas, al darme cuenta que había confundido la fama y el poder por lo que verdaderamente importa. Mientras hacia trabajos penosos en la prisión, aprendí que el trabajo –cualquiera sea– puede ser importante y gratificante. Y fue en prisión, cuando mis compañeros reclusos me retaron a no olvidarme de ellos, que encontré al trabajo más importante para mí, el de darme a los demás.

Cuando más vivo más me doy cuenta del efecto que aún una sola persona puede tener en la sociedad. Nunca subestimes lo que una persona puede lograr. Un ejemplo es la vida de William Wilberforce. Hace doscientos años dirigió el movimiento para abolir el comercio de esclavos en Gran Bretaña, y cambió su país para siempre. Wilberforce también luchó con esa pregunta: ¿Qué debo hacer con mi vida?

En su juventud Wilberforce tenía una determinación de realizar una carrera exitosa en la política. Siendo un joven rico y popular, disfrutaba plenamente de la vida: cenas, bailes y traviesas aventuras con sus amigos.

Después de recibir a Cristo, su visión del mundo cambio radicalmente. Se descubrió preguntándose cómo debía pasar el resto de su vida y cómo usar los talentos. En un principio pensó que su llamado era para ser clérigo, pero un buen amigo, el ministro John Newton, lo desanimó. Newton percibió que tenía grandes dones y talentos en el área de la política, y que podría usar su vida publica para moldear los corazones de los británicos.

Al darse cuenta que las oportunidades que se le ofrecían estaban orquestadas en forma divina, Wilberforce continuó como miembro del Parlamento y Dios lo usó para abolir la esclavitud en su país y realizar cambios sustanciales en la cultura de Inglaterra.

Su preocupación por los demás –ya fueran extraños o vecinos, esclavos o libres– venía de su visión bíblica del mundo. William usó su vida para aportar algo al mundo.

Algunas veces olvidamos de ver justamente lo que está delante de nuestros ojos. ¿Qué habilidades naturales tienes? ¿Cómo puedes utilizarlas para ayudar a los demás? Mientras crecía, yo pensaba que la meta era salir de mi modesta condición económica, hacer mucho dinero y disfrutar cómodamente la vida al jubilarme. Ahora me doy cuenta que ese sueño era muy vacío y vano. Ahora comprendo que la vida puede tener valor, que podemos aportar algo aún después de lo que hagamos a lo largo de nuestra existencia.

No todos seremos llamados a la vida política como William Wilberforce, pero todos somos artífices de dar belleza y verdad a la sociedad, a través de un trabajo bien hecho. Todas las personas tienen algo que ofrecer a la sociedad.

Una vez que somos capaces de entender nuestro valor inherente, quién somos y nuestro llamado, nuestra vida nos guía naturalmente adonde podemos aportar para hacer de este mundo un lugar mejor.

Tomado del libro: La vida buena
Editorial: Tyndale House Publisher

No mires atras


Por ejemplo, no puedes manejar un carro viendo el espejo retrovisor a menos que desees retroceder. Cada vez que una persona ve hacia atrás, es la primera señal que nos indica que quiere volver atrás.

Cuando leemos la palabra de Dios encontramos que para que nos vaya bien debemos andar por el camino que Dios nos ha ordenado y anteriormente trazado.

Si sabemos acatar las órdenes de Dios, vamos a obedecerle y Él nos va a bendecirá grandemente.
Las personas deben ir hacia delante, no hacia atrás. Dios quiere que vayas hacia delante, no quiere que nadie este caminando para atrás. Él nos puso los ojos adelante para que no caminemos hacia atrás.

Por ejemplo, no puedes manera un carro viendo el espejo retrovisor a menos que desees retroceder. Cada vez que una persona ve hacia atrás, es la primera señal que nos indica que quiere volver atrás.

El problema que se presenta en muchas iglesias hoy es que sus miembros se la pasan volteándose y realizando miradas haciendo al pasado, ¿habrá alguien así hoy?, ¿por qué insistimos tanto en ver hacia atrás?, ¿acaso quieres volver o regresar atrás?

Génesis 19:15–26
Creo que todos aquí conocen bien lo que sucedió con Sodoma y Gomorra. Ambas ciudades estaban habitadas por personas que estaban entregadas completamente al pecado. El clamor de los justos había llegado a los oídos de Jehová y ahora Él estaba a punto de obrar en justicia.

Los ángeles le ayudaron a Lot y a su familia a salvarse de la destrucción de Sodoma y Gomorra, pero los ángeles le dieron una orden a Lot y su familia, Génesis 19:17 “Escapa por tu vida; no mires tras ti. Ni pares en toda esta llanura, escapa al monte, no sea que perezca”; las instrucciones de parte de Dios eran claras Dios le estaba diciendo a Lot y a su familia que iba a destruir esos lugares que estaban llenos de pecados y de abominaciones al punto que le causaban asco a Dios mismo por lo tanto el ya estaba cansado de esa situación entonces iba a actuar y les pide que no tengan nada que ver con eso que no se contaminen que vean que eso era repugnante que corran, que huyan y que no vuelvan su mirada.

Esto le serviría por señal a Dios de que Lot y su familia estaban confiando en Dios y que lo que estaba sucediendo allá no tenia nada que ver con ellos que eso era pasado y que no se contaminaban con el pecado. Pero vemos la desobediencia de la mujer de Lot, que sufrió el castigo por no obedecer y mirar atrás volviéndose en una estatua de sal.

No mires hacia atrás, no tengas nostalgias por las cosas que dejaste atrás, no pierdas tu tiempo, no te distraigas en cosas que no aprovechan, no descuides tu salvación, no te detengas hasta llegar al lugar seguro; el pecado de la mujer de Lot no fue una simple mirada atrás, sino la actitud del corazón y los deseos del mundo que la embriagaban, los afectos que estaba perdiendo pudieron más que la salvación que Dios le estaba ofreciendo.

Hermanos, miremos hacia delante corriendo la carrera buscando la meta, no miremos atrás; no debemos ser de los que retroceden, aquellos que a Dios no le agradan sino de los que siguen adelante avanzando hacia la eternidad.

Lucas 9:62 “Y Jesús les dijo, Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios” Un buen granjero no mira atrás una vez que ha puesto la mano en el arado. Jesús usó este ejemplo para enseñarnos que si vamos de ser sus discípulos, debemos romper totalmente con todas las ataduras que obstruyen nuestra relación con Él y que ahora quedaron atrás.

"No puedes arar una fila derecha si miras atrás." Eso lo puedes probar mirando atrás mientras caminas por la nieve o sobre la arena. Las pisadas no van a ser derechas.

La lealtad total a Dios es un principio arraigado en el Antiguo Testamento. Los israelitas, después de ser liberados de la esclavitud y alimentados por medios sobrenaturales, miraron atrás anhelando los días en que disfrutaban del pescado, los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos en Egipto Números 11:5-6. Esto no agradó para nada a Dios y juzgó a su pueblo. Al mirar atrás dejaron ver una falta de compromiso con Él.

Jeremías 7:24 “Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia delante”

“Ser un discípulo significa no mirar atrás”
Una vez que empezamos a seguir a Jesús nunca debemos mirar atrás. Debemos dejar nuestra vieja forma de vida para encontrar nueva vida en Cristo. (Continuara)
http://sigueme.net

viernes, mayo 23, 2008

Nuestro Pan Diario - Enfermedad del corazón


Zacarías 7:8-14

Las compañías farmacéuticas facturan miles de millones de dólares vendiendo medicamentos que evitan el endurecimiento de las arterias, una enfermedad que puede llevar a ataques cardíacos, los cuales matan a miles de personas cada día.

Sin embargo, una enfermedad más grave que el endurecimiento de las arterias, es el endurecimiento del corazón, y ningún medicamento milagroso puede evitarlo. El profeta Zacarías les advirtió a los israelitas acerca de ello. Ellos habían endurecido sus corazones y se negaron a escuchar las palabras del Señor. Los síntomas de esta condición mortal fueron su negativa a ejecutar verdadera justicia y su fracaso en mostrar misericordia y compasión (Zacarías 7:9). Como resultado de ello, el Señor se enfureció y dejó de escucharles (v. 13).

Si bien es importante impedir que se forme una obstrucción en nuestras arterias, aún más importante es impedir que nuestros corazones se vuelvan insensibles a las personas que son importantes para Dios: las viudas, los huérfanos, los extranjeros y los pobres (v. 10).

Es de importancia crucial seguir las órdenes de nuestro doctor para evitar que nuestras arterias se endurezcan. Pero aún más crucial es obedecer a Dios para evitar que nuestros corazones se endurezcan a las necesidades de los demás.

Pídele a Dios que recuerde a alguna persona que necesite la ayuda de alguien con un corazón tierno. -JAL


Amar a Cristo es tener compasión por los demás.

Arrepentido de mi pecado


Es interesante darnos cuenta que desde el principio, antes de que Adán y Eva pecaren, Dios ha alertado acerca de las consecuencias que tiene el pecado; sin embargo, cuando entramos en tentación y no tenemos una decisión con respecto a eso cedemos y caemos en ella.

Recuerdo una enseñanza de mi papa titulada “Decisiones por adelantado” la cual nos enseña a que sin importar la edad que tengas, hay decisiones que tienes que tomar “YA” basadas en tu fe y convicción para que, cuando debas decidir o escoger entre las opciones que tengas, tomes la decisión correcta.



Enfrentando la tentación


2 Samuel 11:2-4

2 Un día, al caer la tarde, se levantó David de su lecho, y se paseaba sobre el terrado de la casa real, cuando vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.

3 Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: «Aquella es Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías, el heteo». 4 Envió David mensajeros que la trajeran, y la tomó; cuando llegó, él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y regresó a su casa.

Definitivamente en esta ocasión David tomó una mala decisión y es amonestado por Natán en 2 Samuel 12. Gracias a esta experiencia ajena nosotros podemos aprender que debemos tomar una decisión diferente sobre nuestra acción cuando se nos presente una situación similar.

· El momento de la verdad


El momento de la verdad es aquel en el que algo o alguien es puesto a prueba. Tú podrías “pensar” que tienes la suficiente fuerza para resistir alguna tentación, pero no es hasta que te enfrentas a eso que te das cuenta que tan fuerte realmente eras.

Mira este gran ejemplo:

Genesis 39:9-12

9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer. ¿Cómo, pues, haría yo este gran mal, y pecaría contra Dios? 10 Hablaba ella a José cada día, pero él no la escuchaba para acostarse al lado de ella, para estar con ella. 11 Pero aconteció un día, cuando entró él en casa a hacer su oficio, que no había nadie de los de casa allí. 12 Entonces ella lo asió por la ropa, diciendo: –Duerme conmigo. Pero él, dejando su ropa en las manos de ella, huyó y salió.


Jose, definitivamente tomó una decisión por adelantado, y lo leemos en el versículo 9. Creo que es algo que aún nos falta como jóvenes, tener una determinación como la de José, en todas las áreas de nuestra vida, no solo en la sexual como en este caso.

· Un arrepentimiento verdadero


Hay una promesa muy especial de parte de Dios para nosotros. Esta es que si nos arrepentimos el perdona nuestro pecado.

Mira lo que dice 1 Juan 1:8-9

8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

Esto requiere de nosotros un arrepentimiento real, el cual implica 3 cosas:

1 . Cambio de opinión

2. Cambio de actitud

3. Cambio de acción

“El primer llamamiento al pecador es arrepentirse del pecado. El primer llamamiento al cristiano nacido de nuevo es arrepentirse de las obras muertas” Gálatas 5:19-21

_____________________________________________________________

2 Crónicas 7:14-15


14 si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.

15 Mis ojos estarán abiertos, y mis oídos atentos, a la oración que se haga en este lugar;

Proteccion



Al observar una película documental sobre la vida de los tiburones, un buzo descendía a las profundidades del mar, protegido por una jaula de barrotes de acero. Después de arrojar un cebo especial a las aguas, toda la zona se llenó de voraces tiburones que comenzaron a atacarlo.


Las escenas que siguieron evidenciaron la crueldad y fuerza de los escualos. Con gran violencia intentaban cercenar el cuerpo del hombre rana, y en su furia mordían los barrotes, perdiendo dientes en el intento. Entre el buzo y la muerte sólo estaban los barrotes de la jaula.

El Señor me mostró con claridad que debemos estar siempre revestidos de la armadura divina. Así nos ataca el enemigo: con furia y fuerza. Si nos cubrimos con la armadura de Cristo, se romperá los dientes sin conseguir tocarnos.

Salmos 3:3
Mas tú, Dios, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.
Salmos 18:2
El Señor es mi *roca, mi amparo, mi libertador;
es mi Dios, el peñasco en que me refugio.
Es mi escudo, el poder que me salva,[a]
¡mi más alto escondite!
Salmos 91:4
pues te cubrirá con sus plumas
y bajo sus alas hallarás refugio.
¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!

Reflexion: Proteinas


"¿Cómo sería la vida sin proteínas?" Eso fue lo que preguntó un miembro del Comité para el Premio Nóbel cuando presentó a los ganadores en química en el año 2002. Tres científicos habían descubierto una forma de identificar las proteínas y crear imágenes tridimensionales de ellas.


Yo no soy científico ni sé mucho de proteínas. Pero me imagino que la vida sin ellas sería muy distinta. Las proteínas regulan nuestra presión sanguínea.
Descomponen toda la grasa y el azúcar que comemos, e incluso mantienen intacta nuestra piel. Sin proteínas, literalmente nos derrumbaríamos.

Ahora imagínate la vida sin tu fe, sin Jesús. La fe puede impedir que las presiones de la vida te abrumen. La fe traspasa todas las influencias que encuentras cada día y te recuerda lo que realmente necesitas. La fe en Jesús te puede ayudar a mantener la entereza cuando todo se derrumba.

Tu fe en Jesús te puede ayudar a soportar el dolor de cualquier pérdida. No hay sustituto para ella. La fe en Él es lo que salva tu alma, sana tu corazón y mueve las montañas que parecen tan abrumadoras.
-- TC "Extracto de Diario Universitario''

Santiago 1:3
Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.

1 Pedro 1:9
Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salud de vuestras almas.

Santiago 1:6
Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante a la onda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte a otra.

Hebreos 10:38
Ahora el justo vivirá por fe; Mas si se retirare, no agradará a mi alma.

Hebreos 11:1
Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.

jueves, mayo 22, 2008

Nuestro Pan Diario (De aquí al सिएलो)


Efesios 2:1-10

Algunas veces, los atletas y entrenadores profesionales reciben algo por nada. Digamos que un entrenador firma un contrato de tres años y el equipo acuerda pagarle un millón de dólares al año. Pero en su primera temporada, el equipo juega terrible y la administración despide al entrenador. Así que éste se va pero aún le quedan dos años más de paga por recibir. Recibe los siguientes dos millones de dólares sin hacer nada.

Como cristianos, debemos tener cuidado de no ver nuestra fe salvadora bajo esa lupa. Nunca debemos pensar: «Oye, soy salvo. Tengo riquezas eternas en camino. No tengo que hacer nada por Dios».

Eso es parcialmente correcto pero también muy equivocado. Por un lado, nuestro viaje de aquí al cielo está pagado en su totalidad por medio del sacrificio de Jesús. No hay nada que podamos hacer para ganar la salvación. Pero hay otra parte de esto que debemos considerar.

En Efesios 2:8-9, después de que Pablo claramente dice que no tenemos que «hacer» nada y que la salvación es un «don de Dios», él prosigue diciendo en el versículo 10 que ciertamente tenemos un trabajo que hacer. Como creyentes, somos «creados en Cristo Jesús para buenas obras». Dios ha planeado tareas que debemos realizar mientras estamos en este mundo

-no para pagar nuestra deuda sino para honrar a nuestro Salvador.

La vida de aquí al cielo no es un crucero de vacaciones; es un maravilloso privilegio y llamado para servir a Dios. -JDB


No somos salvos por buenas obras sino para buenas obras.

miércoles, mayo 21, 2008

Dwyane Wade le regala un templo a su madre que es Pastora Bautista.


Dwyane Wade, gran estrella de los Heat y uno de los ‘niños buenos’ de la NBA, le ha regalado un templo su querida madre.


El escolta, uno de los jugadores más religiosos y con una vida más ejemplar fuera de las pistas, quiso agradecer a su madre que se alejase del mal camino (estuvo en prisión por problemas con alcohol y las drogas) y que encontrase a Jesús a través de la palabra de Dios.

Jolinda Wade se hizo profundamente religiosa durante su etapa entre rejas, llegando a ser Pastora Bautista, informa Marca Online.

El jugador, que se emocionó, dijo que “esto son lágrimas de alegría, lágrimas de alegría por mi madre. Me siento muy orgulloso de ella, es un milagro para mí y mi familia”.

La iglesia de Jolinda Wade ya cuenta con 47 miembros, entre los que se encuentran las madres de Shaquille O´Neal y Magic Johnson.

Reflexión: EL chofer


En cierta ocasión un hombre muy rico y poderoso, pero tambien lleno de años, decidió jubilar a su chofer de toda la vida. Puso un anuncio en el diario de la ciudad, contratando los servicios de un chofer.

Llegaron muchos a la entrevista para ver quién tenía más experiencia para manejar y sobre todo prudencia. La prueba para ver quién se quedaba con el puesto consistía en una simple pregunta:
¿Qué tanto podrían manejar un auto en un barranco sin caer al precipicio?.


Simple la pregunta.
El primer entrevistado dijo: "yo podría manejar tan cerca que si usted sacara la cabeza para escupir, su saliva caería al precipicio". Al hombre rico no le fue muy grato el comentario. Decidió entrevistar otro.

El siguiente dijo: "yo podría manejar tan cerca que los neumáticos rozarían el precipicio sin caernos y con los ojos vendados". Todos exclamaron: Oh!. Pero al hombre rico no le asombró. Pensaron algunos, que era un hombre exigente. Decidió entrevistar a otro.

El tercer conductor dijo: "yo podría manejar tan cerca y sin caer que solo conduciría el auto con las llantas laterales al precipicio en el aire, y las otras rozando la orilla del barranco. Hubo otra exclamación todavía más fuerte. Ya nadie podría manejar mejor.

Entre la exclamación hubo un hombrecito en un rincón que dijo: "yo podría manejar el auto tan lejos del precipicio como me fuera posible" El hombre rico escuchó y dijo:
"Este es el hombre que busco, y lo contrato de inmediato."

¿Por qué,buscarle 3 patas al gato si sabemos que tiene 4?
¿Por qué jugar con la tentación hasta estar al borde del precipicio? Huye lo más lejos posible!
Genaro Burela


1 Corintios 10:13

Ustedes no han sufrido ninguna *tentación que no sea común al género *humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.


Santiago 1:12
Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman.


Apocalipsis 3:10
Porque has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la tentación que ha de venir en todo el mundo, para probar á los que moran en la tierra.

¿Cómo sé cuál es mi don espiritual?


No existe una fórmula mágica o examen espiritual que pueda decirnos exactamente cuáles son nuestros dones espirituales. El Espíritu Santo distribuye Sus dones de acuerdo a Su voluntad (1 Corintios 12:7-11) Al mismo tiempo, Dios no quiere que ignoremos la manera cómo Él desea que le sirvamos. El problema es que es muy fácil quedarnos atrapados en aquellos dones en los que buscamos servir a Dios solo en el área en la que sentimos que tenemos el don espiritual. Y no es así como funcionan los dones del Espíritu. Dios nos llama a servirle con obediencia. El nos equipará con cualquier don o dones que necesitemos para llevar a cabo la o las tareas a las que Él nos ha llamado.


La identificación de nuestros talentos espirituales puede llevarse a cabo de varias maneras. Las pruebas o análisis para detectarlos, aunque no son totalmente confiables, si pueden ayudarnos a entender dónde podrían estar nuestras dotes espirituales. La confirmación por parte de otros, también nos puede dar luz sobre nuestros talentos espirituales. Con frecuencia otras personas que ven nuestro servicio al Señor, pueden identificar el uso de nuestro don espiritual, que tal vez nosotros no hayamos identificado o reconocido. La oración también es importante. La persona que sabe exactamente cómo hemos sido dotados espiritualmente es El Dador mismo – el Espíritu Santo. Podemos pedirle a Dios que nos muestre en qué área nos ha capacitado para darle un mejor uso a nuestros dones espirituales para Su gloria.

Si, Dios llama a algunos a ser maestros y les da el don de la enseñanza. Dios llama a otros a ser siervos y los bendice con el don de servicio. Sin embargo, el conocer específicamente nuestro don espiritual, no nos exenta de servir a Dios en áreas fuera de nuestros dones. ¿Es beneficioso saber cuál es o son los dones espirituales con que Dios nos ha dotado? Desde luego que lo es. ¿Está mal que nos enfoquemos demasiado en los dones espirituales, al punto de perder otras oportunidades de servir a Dios? ¡Sí! Si nos dedicamos a ser utilizados por Dios, Él nos equipará con los dones espirituales que necesitemos.

lunes, mayo 19, 2008

Problemas de la autoestima




Pocas cosas son tan difíciles como la valoración de un ser humano, pues nada hay más complejo y contradictorio que la personalidad de cualquier hombre o mujer. En cualquier caso pueden observarse cualidades positivas, valores indiscutibles, rasgos de carácter admirables. No podemos perder de vista que toda persona tiene una dignidad original, pues sigue conservando la imagen de Dios (Gn. 9:6), por más que en su conducta sobresalgan las inclinaciones propias de un ser moralmente caído.

Pero al mismo tiempo -a menudo en la misma persona- se observan características poco o nada loables. Nuestros semejantes nos juzgan por lo que ven en nosotros, y ello nos mueve a aparentar lo que en realidad no somos o tenemos. Incluso cuando nos juzgamos a nosotros mismos nos cuesta ser sinceros y vernos tales como somos, con lo que damos una falsa imagen que dificulta nuestras relaciones con quienes nos rodean (en la familia, en la iglesia, en la esfera de trabajo, etc.). No obstante, también podemos minusvalorarnos al fijar de modo obsesivo nuestra atención en nuestros defectos y carencias. Es triste que un creyente se diga: «Soy una nulidad, un don nadie». Eso, además de triste, es falso, como veremos en la segunda parte de este artículo. Conviene, pues, ser objetivos y equilibrados, de modo que la imagen de nuestra persona y nuestra vida sea la que en nosotros ve Dios. A la luz de su verdad, consideremos esta delicada cuestión




Autovaloración por exceso
El apóstol Pablo ya previno a los creyentes de Roma para que no cayeran en un autoengaño reprobable: «que nadie tenga de sí más alto concepto que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura» (Ro. 12:3).

Nada más falso y repulsivo que los aires de superioridad con que se mueven los arrogantes. Su modo de hablar, sus modales, su afán incontrolado de sobresalir entre sus semejantes, su deseo de dominarlos. En su opinión, sus conceptos son siempre los correctos; sus sugerencias, las más acertadas; quienes les contradicen no pasan de ser pobretones ignorantes. La realidad, sin embargo, es muy otra. El verdadero sabio entiende que «el temor del Señor es aborrecer el mal, la soberbia y la arrogancia» (Pr. 8:13).

La vanagloria, a su vez, no es resultado de una ambición encubierta de la que no se es consciente. Tampoco es una reacción inconsciente para superar sentimientos de inferioridad (¡paradojas de la psique humana!). Pese a todo, cuando de algún modo uno se examina a sí mismo con objetividad y sinceridad, a la luz de la Palabra santa, ha de admitir la existencia en su vida de elementos claramente pecaminosos que Dios condena: «Cualquiera que se ensalzare será humillado» (Mt. 23:12). Más tarde o más temprano, quien busca desmedidamente su propia elevación acaba abatido por su vanidad. La arrogancia siempre acarrea la desestimación de Dios y el rechazamiento de los hombres. ¡Cuánta verdad hay en las palabras del autor de Proverbios: «Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; mas con los humildes está la sabiduría» (Pr. 11:2; Is. 2:11, Is. 2:17)!

En la Escritura hallamos ilustraciones impresionantes del fin de los arrogantes. He aquí unos botones de muestra:

El rey Uzías, «cuando ya era fuerte su corazón, se enalteció para su ruina (...) entrando en el templo de Yahveh para quemar incienso en el altar». En su ensoberbecimiento, parece no tener suficiente con la corona real, por lo que usurpa una de las funciones reservadas exclusivamente a los sacerdotes. Y el juicio divino sobre él se manifiesta súbitamente con una lepra que desfigura repulsivamente su rostro (2 Cr. 26:16-21).

No menos impresionante es la historia de Babilonia. El solo nombre de la gran ciudad, capital de un imperio, suscitaba terror. Babilonia se encumbró sobre los pueblos del Medio Oriente, pero fue abatida y humillada por el soberano juicio de Dios. Lo predicho por Isaías y Jeremías tuvo cabal cumplimiento (Is. 13:19, Jer. 51:12-64). Sus profecías se resumen en un vaticinio sobrecogedor: «Babilonia, hermosura de reinos, y ornamento de la grandeza de los caldeos, será como Sodoma y Gomorra, a las que trastornó Dios» (Is. 13:19). «He aquí, yo estoy contra ti, oh monte destruidor, que destruiste toda la tierra; extenderé mi mano contra ti y te reducirá a monte quemado.» (Jer. 51:25).

En el Evangelio de Lucas encontramos la figura del fariseo engreído que oraba no a Dios, sino a sí mismo: «Te doy gracias, oh Dios, porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros (...) Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mientras que el publicano (cobrador de impuestos), de pie y a bastante distancia, no quería ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador» (Lc. 18:11-14). El primero, en su narcisismo religioso, rebosaba satisfacción, pero la aprobación de Jesús fue otorgada al segundo.

Un último ejemplo aleccionador: la iglesia de Laodicea había caído en una presunción ridícula: afirmaba que era rica y de nada tenía necesidad; pero el Señor veía su situación real de modo muy diferente: «No sabes que tú eres un desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo» (Ap. 3:17). Ese contraste valida la máxima en boga en nuestros días: «Dime de qué te jactas y te diré de qué careces».

Los ejemplos que acabamos de considerar nos deben llevar a examinarnos a nosotros mismos con realismo y humildad. Lo que importa no es lo que pienso yo de mí mismo. Lo que en definitiva vale es el juicio de Dios, «porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado, sino que el que me juzga es el Señor» (1 Co. 4:4). Partiendo de esa verdad deduce Pablo un elemento preventivo contra el envanecimiento (1 Co. 4:6). Si algo tengo, si algo me eleva y dignifica, todo es en último término un don de la gracia de Dios, «porque ¿quién te distingue o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieses recibido?» (1 Co. 4:7). Seguramente, el lector consciente de lo ridículo y peligroso de la arrogancia se esforzará en cultivar la virtud de la humildad. Deseo noble, pero no exento de errores. Una modestia mal entendida puede anular cualidades y talentos admirables que no deben ser negados, sino orientados y adecuadamente potenciados. Esto nos lleva al segunda punto de nuestro tema:

Autoestima disminuida
Muchas personas se ven atenazadas por paralizantes sentimientos de inferioridad. ¡Qué profundo drama se oculta tras frases como «No valgo nada», «Para nada sirvo», «Soy un fracasado», «Cualquiera es más inteligente que yo»! La persona que hace ese tipo de declaraciones no se conoce bien a sí misma. Y aun menos conoce a Dios. Desde el principio, Dios quiso asociar al hombre a su obra de mantenimiento de la creación (Gn. 2:15), para lo cual le dio la capacidad necesaria. Y en la nueva creación los redimidos son hechos miembros del cuerpo de Cristo, la Iglesia. ¿Piensa alguien que esos miembros son puestos en la Iglesia como elementos decorativos? ¡En modo alguno! Su finalidad es realizar la obra que Cristo le ha encomendado: la predicación del Evangelio para la extensión de su Reino. No ha sido formada primordialmente para exhibición, sino para la acción. A tal fin se ha dotado a la Iglesia con los dones del Espíritu Santo.

Es verdad que hay factores genéticos y ambientales que en gran parte determinan la formación de nuestro carácter, de nuestras capacidades y de nuestras propensiones; pero todo, en último término, está en las manos de Dios (véase el Sal. 139, especialmente los versículos 13-18). Él lo controla y dirige todo por encima de cualquier otra circunstancia. Él sabe coordinar sus propósitos con el curso de su Providencia y la acción de su Espíritu, para la realización de sus planes, ello superando nuestras debilidades, carencias y resistencias. El pueblo de Israel había sido un fiasco como «siervo» de Dios; sin embargo, Dios le dice: «A mis ojos fuiste de gran estima; fuiste honorable y yo te amé» (Is. 43:4). Ciertamente, mucho más importante que nuestra autoestima es la estimación de Dios. Así lo vemos en los ejemplos de tres hombres de la Biblia:

Moisés
Llamado por Dios para que pidiese al faraón la liberación de Israel, su primera reacción es negativa. Se siente incapaz de llevar a cabo tan descomunal empresa. Sus primeras palabras revelan lo pobre de su autoestima: «¿Quién soy yo para que vaya al Faraón y saque a los hijos de Israel?» (Éx. 3:11). «Quien soy yo?» He aquí la gran pregunta que ha inquietado a infinidad de seres humanos. Moisés se veía como lo que era: un proscrito en el desierto de Madián. Dios le explica minuciosamente lo que va a hacer por medio de él, pero nada le convence, y busca una excusa de mucho peso: «Señor, nunca he sido hombre de fácil palabra (...) porque soy tardo en el habla y torpe de lengua» (Éx. 4:10). ¿Qué podía esperarse de la gestión de un tartamudo en la corte del faraón? Pero la paciencia y la perseverancia de Dios acaba con la actitud negativa del escogido para ser el líder de su pueblo. Dios está por encima de nuestras valoraciones y de nuestros criterios racionalistas.

Jeremías
También este gran profeta opuso resistencia al llamamiento de Dios. Ante lo difícil del plan divino para su ministerio, sólo ve su inexperiencia y su debilidad. De ahí su negativa inicial: «¡Ah!, ¡ah, Señor Jehová!, He aquí, no sé hablar porque soy niño» (Jer. 1:6). ¿Niño? Probablemente usaba esta palabra para indicar que no tenía aún edad suficiente para asumir responsabilidades de carácter público. Por consiguiente, pensaría que carecía de autoridad para comunicar al pueblo la palabra de Dios. El Señor ya le había revelado su elección y su propósito de hacer de él su profeta; pero el joven Jeremías no ve el poder de Dios que le sostendría en medio de sus muchas pruebas. Sólo ve su insignificancia, su incapacidad para una obra propia de gigantes. Le faltaba mucho para entender que el poder de Dios se perfecciona en la debilidad de sus siervos y que «cuando soy débil, entonces soy fuerte» (2 Co. 12:9-10).

Timoteo
El libro de los Hechos y las cartas de Pablo nos permiten conocer mucho de Timoteo. En ellas aparece un hombre convertido a Cristo en su juventud. Muy pronto después de su conversión aparece acompañando a Pablo en su segundo viaje misionero, y cerca de él se mantiene gozando de la estima del gran apóstol. Sin embargo, nunca se distingue por hechos espectaculares. Por su carácter, retraído y tímido, y por su juventud, siempre aparece en un segundo plano. No obstante, su vida y su ministerio fueron de un valor extraordinario en la causa del Evangelio. Con todo, parece que siempre tuvo que enfrentarse con problemas de autoestima. Pablo tuvo que animarle cuando se veía demasiado joven («Nadie tenga en poco tu juventud» (1 Ti. 4:12) o cuando el temor dificultaba su ministerio (2 Ti. 1:6-9).

Conclusión
Como hemos podido ver, es difícil lograr una imagen equilibrada de nuestro yo. Factores como la herencia transmitida por vía genética, la historia biográfica de cada uno, las aspiraciones más valoradas, todo contribuye a la formación del carácter y a la determinación de la conducta; pero el cristiano tiene recursos sobrenaturales que le proporciona la gracia de Dios mediante la acción del Espíritu Santo. Por la fe en Cristo, el creyente es hecho una nueva creación, una imagen renovada de Cristo (2 Co. 5:17). Ello hace posible vivir conforme a «la mente de Cristo que nos ha sido dada» (1 Co. 2:16). Que sea posible no significa que en nuestra conducta actuemos siempre como lo haría Cristo en nuestro lugar. Siempre viviremos en tensión: lucha de la carne contra el espíritu, y no siempre el conflicto se resolverá victoriosamente. Pero si de veras queremos agradar al Señor buscaremos conocer su pensamiento a través de la Escritura; oraremos pidiendo su ayuda para reproducirlo en nuestros criterios, en nuestros sentimientos, en nuestras reacciones, buscando no nuestro bienestar o ensalzamiento, sino su gloria. Cuando eso sea una realidad en nuestra vida veremos que lo verdaderamente importante no es la propia imagen, sino la imagen de Cristo reproducida en nosotros. Que el mundo pueda verla claramente en nuestro vivir diario.

http://www.pensamientocristiano.com

La palabra que permanece (Nuestro Pan Diario)


Lectura: 1 Pedro 1:17-25

La Biblioteca Chester Beatty se encuentra en el Castillo Dublín, en Irlanda. Lleva el nombre de un industri-al que hizo generosas donaciones para obras de caridad. La bella biblioteca in-cluye una pintoresca cafetería y varias exposiciones.
La exposición que captó mi atención fue la de los manuscritos antiguos. Lentamente recorrí el área y vi fragmentos de los Evangelios del Nuevo Testamento que databan del tercer siglo de nuestra era. Estos rollos se encontraban entre los textos bíblicos más antiguos que se conocían hasta el descubrimiento de los rollos del Mar Muerto a mediados del siglo XX. ¡La Palabra de Dios, preservada a través de los años!

Mientras miraba esas porciones del texto inspirado, quedé conmovido por la permanencia de la Palabra de Dios. Es debido a la naturaleza perdurable de la Palabra de Dios que podemos tener confianza en el mensaje que contiene. Jesús dijo: «El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán» (Marcos 13:31). Más tarde, el discípulo de Jesús, Pedro, escribiría: «Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre» (1 Pedro 1:24-25).

La Palabra de Dios, que permanece a través de los años, sigue siendo la guía más confiable para la vida. -WEC


Al igual que una brújula, la Biblia siempre te señala la dirección correcta.

sábado, mayo 17, 2008

Saliendo de una vida sin sentido a una vida de felicidad



Alcanzar la felicidad es lo que todo mundo desea, se sueña con una vida sin problemas, sin preocupaciones dentro de la familia, libre de deudas, con salud, sin falta de trabajo, algunos otros pensarán en dado caso sin la gente que a diario nos complica la vida; y "¿porqué no?" dirán otros, con el suficiente dinero para poder solventar las necesidades básicas del diario vivir, y también con lo sufiente para consentirse del buen placer y de un buen tiempo de esparcimiento.

Pero la realidad para muchos es otra, es una vida que desde el inicio de semana ya el día Lunes representa una carga. Todo empieza a salir mal, una serie de circumstancias y acontecimientos que empiezan a quitar la felicidad de nuestra vida.

Nuestra actitud se podría ver afectada desde que salimos a trabajar porque existe la carga del pago de la hipoteca o la renta, los pagos de los servicios básicos como el agua, la energía eléctrica, el teléfono, los seguros médicos o del auto, el préstamo o financiamiento del auto y un sin fin de tarjetas de crédito que solo vienen a ser la "cereza del pastel" junto con los asuntos familiares en casa, como lo son los hijos y la esposa o el esposo.

El problema es que nosotros mismos dejamos que todas esas circumstancias o situaciones nos vayan restando y quitando la felicidad y el gozo en nuestra vida.

Poco a poco permitimos que nos moleste el tráfico vehicular cuando vamos rumbo al trabajo, y nos enojamos con aquella persona que se nos atravesó en el carril. Nosotros mismos también permitimos que otros nos quiten la felicidad al dejar que los chismes nos afecten. Tal vez en otros casos nos enojamos despues de iniciar el día con ciertas cosas en nuestra agenda personal pero las cuales no salieron como esperabamos. ¿Te suena esto algo familiar?

Lo no podemos negar es que hemos sido nosotros mismos los que permitimos que nuestro entorno afecte nuestra actitud, lo cual empieza a mermar y crear un efecto en cadena sobre todas las áreas de nuestra vida, empeorando así nuestra relación con nuestros hijos, nuestra esposa o esposo, con nuestros seres queridos, compañeros de trabajo, vecinos, etc. etc. y finalmente sentirnos escasos de felicidad.

El problema de la falta de felicidad en nuestras vidas radica principalmente en que la buscamos donde no se encuentra. Para muchos la felicidad está en el dinero, para otros está en los vicios como el alcohol y las drogas, para otros en el trabajo o la profesión convirtiendose en alcoholicos del trabajo; algunos inclusive piensan que la felicidad solo la encuentran en el libertinaje y en el desenfreno. Lo triste es que al despertar a la siguiente mañana se sigue con los mismos problemas y reconociendo que se vive mas infeliz que el día anterior.

Lo cierto y lo bueno es que hay buenas noticias, sí! que uno puede ser feliz, y vivir con gozo a pesar de lo que suceda a nuestro alrededor. Y esto solamente se puede lograr cuando acudimos a nuestro Creador, sí! me refiero a Dios, Aquel que todo lo puede, quien conoce nuestras necesidades y quien puede restaurar nuestra identidad, ademas de darle sentido y la felicidad a nuestra vida.

La clave está en tomar en cuenta a Dios y darle el lugar que se merece en nuestra vida. Esto también incluye el apropiarnos de las promesas escritas en Su Palabra. En la Biblia encontramos a Jesús diciendo "Yo he venido para que tengan vida, y una vida de abundancia", esto quiere decir que Dios nos quiere dar una vida plena, completa y de calidad, pero solo a través de Jesucristo.

La pregunta ahora es: ¿Cómo puedo recibir esa vida abundante y feliz?

1. Reconocer la necesidad de Dios

Primeramente dejame decirte que para salir de una vida sin sentido a una vida de felicidad se requiere reconocer la necesidad de Dios, la Biblia nos enseña que sin El nada podemos hacer. Cada uno de nosotros tenemos nuestras capacidades, talentos o educación, pero también tenemos un límite, o sea que tenemos un tope a donde llegamos y ya no podemos seguir mas, y cansandonos al no encontrar la solución para todo. Solo Dios es quien puede ayudarnos. Pablo escribió en Filipenses 4: 13 "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece"; Pablo nunca dijo "todo lo puedo con mis propias fuerzas" porque él reconocía la necesidad de Dios en todos los aspectos de su vida. Los problemas siempre existirán pero en Dios los podremos sobrellevar de una manera más ligera al pedirle de Su ayuda.

2. Aceptar y recibir el regalo de Dios

Segundo, debemos aceptar la gracia de Dios, esto es el regalo que no merecíamos a causa de vivir alejados de Dios. Ese regalo es la salvación eterna en Cristo Jesus. Alcanzar a Dios es solo a través de Jesucristo, segun Hechos 4:12 "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." Basicamente no se puede llegar a Dios por medio de ningún esfuerzo humano ni con ningún ritual o religiosidad.

Para salir de una vida sin sentido a una vida de felicidad se requiere reconocer primeramente la necesidad del Ser Supremo, pero también el iniciar y tener una relación personal con Dios. Es Dios mismo quien le dá sentido a la vida cuando todo parece ser tragedia o problema. Pero debo decirte y enfatizar una vez mas que venir a los pies de Cristo Jesús no significa que ya no tendrás problemas, los problemas siempre existirán pero con Dios podremos salir adelante y atravezar cualquier tormenta que llegue a nuestra vida.

Una vez estando en Cristo cualquier circumstancia o situación por problemática que parezca, será mas fácil porque pondremos nuestras necesidades a los pies de Aquel que sí puede suplirlas, entonces nuestros problemas estarán en las manos de Aquel que sí puede resolverlos.


3. Apropiarnos de las promesas de Dios

Dios es fiel y sus promesas nunca fallan para los que buscan su reino y su Justicia. Te invito a leer el pasaje de Mateo 6:33-34
v.33 "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."
v.34 "Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

En 2a de Pedro 1:3-8 también encontramos preciosas palabras inspiradas por Dios a través del apóstol Pedro, dándonos unos puntos claves para tener una vida fructífera.
v.3 "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
v.4 "por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;"
v.5 "vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;"
v.6 "al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad;"
v.7 "a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor."
v.8 "Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo."

4. Disfrutar y Vivir gozosos con el regalo de Dios

Ahora te invito a que cambies de actitud, primeramente aceptando a Cristo como Señor y Salvador de tu vida; segundo, permitiéndole a El que le dé sentido a tu vida a traves de Su Palabra, ya que en la Biblia encontrarás el alimento espiritual que tu mente y tu alma necesitan. Tercero, cuando salgas a la calle rumbo a tus actividades cotidianas ya no permitas que los problemas te agobien porque ahora los tendrás en las manos de Aquel que te puede ayudar a resolverlos. Cuarto, mira la vida positivamente y no dejes que nadie arruine tu gozo y felicidad. Deja de ver -simbólicamente lo digo- el vaso medio vacío, en su lugar, empieza a ver el vaso medio lleno, ¿qué diferente, no? Las cosas parecen diferente dependiendo de como las veas. Una persona negativa vé un vaso medio vacío cuando una persona positiva vé un vaso medio lleno al estar al 50% de su capacidad.

Si tú no estás seguro de que cuando mueras irás a la presencia con Dios, reconoce que eres pecador, que has vivido alejado de Dios. Ora a Dios en tu intimidad y pídele perdón por tus pecados. Agradécele por Su amor mostrado en la Cruz, ya que te amó de tal manera que envió a Su Hijo Jesucristo a morir en la Cruz por ti. Díle sinceramente que venga a reinar en tu corazón y se convierta en el Señor de tu vida.

En este sentido Romanos 10:13 dice "porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo." Una vez que has orado a Dios de esta forma, Dios te adopta como su Hijo y te sella con su Espíritu Santo.

En Efesios 1:13 dice "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa." Juan 3:17-18 dice "Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios."

"El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él." dice Juan 3:36.

Si acaso tú ya conoces a Cristo como tu Salvador, entonces pídele a Dios que te ayude a reenfocar tu visión espiritual, que te ayude a ver la vida como El la vé. Para esto es muy importante volver a poner en orden y en prioridad cada área de tu vida, empezando con Dios como lo más importante de tu ser. Como está escrito en 1a de Corintios 15:58 "Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano."

Revisa lo que escribió Pablo en Filipenses 4:6-7,13
v.6 "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias."
v.7 "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús."
v.13 "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece."

Como te podrás haber dado cuenta, el gozo y la felicidad no dependen de las circumstancias que estés viviendo, si no mas bien provienen de la fuente de vida

que es Dios mismo. Si tomaste la decisión de aceptar a Cristo en tu vida, de ahora en adelante verás que lo que a diario antes te restaba felicidad no será nada comparado a las bendiciones de Dios que empezarás a experimentar y disfrutar. Y si tú hoy has renovado tu fe, Dios seguramente te usará para el crecimiento de Su reino y para bendecir a todos los que están a tu alrededor.

Por ultimo, envíame un correo electrónico para dejarme saber que haz empezado una nueva vida o has renovado tu relación con Dios, y que ahora vivirás con una perspectiva muy diferente y positiva, la perspectiva de Dios la cual restaura el sentido y felicidad en ti.


Tu amigo,
Victor Castillo
victor@cristiano.net
www.cristiano.net

El cueva - Pan Diario (Las fuertes manos de DIOS)


En Génesis, parece que casi toda persona y familia que allí se mencionan es disfuncional. El texto está lleno de relatos de celos, ira, violencia y engaño, y dejan una estela de relaciones dañadas. Incluso Noé, Abraham, Isaac y Jacob -alabados como héroes de la fe en Hebreos 11- muestran un carácter defectuoso y caídas espirituales. Pero Dios nunca les deja así.
Jacob estafó a su hermano gemelo mayor, Esaú, quien juró matarle (Gn. 27:41). Luego, antes de que los hermanos distanciados se volvieran a encontrar cara a cara después de 20 años, Jacob luchó con Dios. Al preguntarle su nombre, el maquinador hermano menor finalmente admitió quién era: «Jacob» -el engañador (vv. 24-27). Eso marcó un momento espiritual decisivo.

El reconocido predicador Carlyle Marney dijo que, debido a que Dios no se da por vencido con nosotros, nosotros no debemos darnos por vencidos con nosotros mismos. «La última persona en la tierra a quien le perdonará una debilidad es a usted mismo» -escribió el Dr. Marney-. Sólo en el Evangelio pueden los hombres continuar amándose. ¡Espere en Dios! Vea lo que Sus fuertes manos pueden crear a partir de las fallas de usted. Este es el Evangelio». -DCM


Hay victoria en la rendición cuando es Cristo quien nos conquista.
Nuestro Pan Diario

Las sobras para el Señor


Las sobras para el Señor

Súper evangelistas de todo el mundo ¿Así que con repetir una pequeña oración de entrega ya basta para ser salvo?. ¿Están seguros que somos el ombligo del mundo y que fuimos creados para disfrutar de la vida y las bendiciones?. ¿Acaso crees que Dios se sentía solo y decidió salvarnos para encontrar compañía?. ¿O piensas que al vernos dijo: "Ufff... cuanto potencial desperdiciado, voy a salvarlos"?.
Te llenas la boca diciendo que valíamos tanto que Dios envío a su propio Hijo a salvarnos, porque ese era nuestro valor. Jaja. ¿De verdad?. ¿Estas seguro?.
Hay canciones que dicen: "No sé que es lo que has visto en mí para venir a salvarme". Jaja. ¿Quieres que te diga que vio en ti para venir a la tierra a entregar Su vida por ti?.
PECADO.
Pecado es lo que vio en ti. ¿O no te das cuenta que El vino a pagar por tus PECADOS?. ¿Tanto cuesta entenderlo?.
"No he venido a llamar a justos, sino a pecadores" (Mateo 9:13). ¿Te suena?.

Ve videos al final de la pagina

Aporte http://eshoradesereal.blogspot.com/Pastor Paul Washer



Ya viene Frozen (Frizados en Santo Domingo)

Imagina que el tiempo se detenga hoy, se parte de la reflexion.

El tiempo se acaba y es ahora.

Ven une a nosotros!!!
Manda un Mail a lacuevajuvenil@gmail.com y se parte de Frozen SD.

(Contacto Milly)

"ve el video y entenderas"

miércoles, mayo 14, 2008


¿Qué se entiende por esta frase? que al que sabe esperar le llega todo.
Sí, pero, ¿Qué es saber esperar? no impacientarse por lo que vendrá, por lo que se espera, por lo que duraste 1 año orando y todavía a los 2 años no se ha cumplido.

Este dicho o frase, se asocia a lo que es la fe, la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1), el que puede esperar algo que no ve y no impacientarse por causa de que no llega, tiene un porcentaje bien alto de fe. Pero el que no, ¡no hay problema!, algunos si, otros no. Este argumento se dirige hacia aquellos que no lo alcanzamos, que no podemos esperar pacientemente la respuesta de Dios sin dudar, de si escuchó nuestra oración o no. Saber esperar es saber que aunque algo no se vea en el horizonte, puede venir.

En varias ocasiones me ha pasado de que exactamente en el momento en que dudo, ahí mismo El Señor responde y me doy cuenta de que no pude pasar la prueba. El punto no se dudar, sino saber que El Señor sabe lo que hace, siempre de una manera u otra, él responde, siempre lo hace, (hay veces que no, pero, el es Dios), aunque dure 10 años o mas de lo pensaste. Dios siempre sabe lo que hace, cuando responder, cómo, y ¿Por qué no? en el momento que lo pediste.

Así, que, yo les insto, les sugiero, que no siempre la situación es lo que parece, uno no se puede dar vencido, aunque ya tù limite de tiempo haya pasado, pero DIOS no se limita a fecha especifica, sino que el siempre sabe lo que hace.

Dios te bendiga,

Encomienda a Jehová tu camino, y el hará (Salmos 37:5).

Esdras Ramirez Morfa

Verdadera confianza.



Lectura: Juan 9:1-11

Si no lo conocieras, pensarías que todo está a favor de Nick Vujicic. Nick nunca ha tenido un brazo roto. Nunca ha tenido problemas en las rodillas. Nunca se ha aplastado el dedo con una puerta, nunca se ha dado en los dedos del pie, ni se ha golpeado la rodilla contra la pata de una mesa.
Pero eso es debido a que Nick no tiene dedos del pie. Ni dedos. Ni rodillas. Ni brazos. Nick nació sin brazos ni piernas. Antes de que comiences a lamentarte por Nick, lee sus palabras. «Dios no dejará que nada nos suceda en la vida a menos que tenga un buen propósito para ello. Yo entregué mi vida por completo a Cristo cuando tenía 15 años, después de leer Juan 9. Jesús dijo que la razón por la que el hombre había nacido ciego era 'para que las obras de Dios se manifiesten en él'. . . . Ahora veo esa gloria revelada cuando Él me usa tal y como soy de maneras en que los demás no pueden ser usados». Nick viaja por el mundo para difundir el Evangelio y el amor de Jesús.

Él dice: «Si puedo confiar en Dios en las circunstancias en que me encuentro, entonces tú puedes confiar en Dios en las circunstancias en que te encuentres . . . El mayor de todos los gozos es tener a Jesucristo en mi vida y vivir el propósito piadoso que Él tiene para mí».

¿Podemos nosotros decir eso? ¿Podemos ver más allá de nuestras limitaciones y tener la misma confianza en Dios que transformó a un hombre sin brazos ni piernas en un misionero de Jesús? -JDB


Confiar en Dios convierte los problemas en oportunidades.

(Nuestro Pan Diario)

martes, mayo 13, 2008

Cuando la mente vaga


2 Corintios 10.5; Lucas 2.35; Hebreos 4.12; Jeremías 4.14
Cierta madre no quería que su hija se casara, era egoísta, no quería dejar de seguir gozando de los cuidados de su hija. Esta esperó por darle el gusto a la madre hasta los 35 años de edad.

El día de su casamiento, esta última se desmayó. Victima de su contrariedad, padeció diversos achaques; pero habiendo enfermado su esposo, tuvo que dedicarse a atenderlo y, absorbida por estas atenciones, se olvidó de la hija, desaparecieron sus achaques y ahora goza de una salud radiante. Trasmutó la base de sus relaciones con su mundo exterior que era la base de su propio interés, en el interés por los demás, y, haciéndose útil a los demás, recuperó su salud.

Al orar, enseñemos a Dios nuestros defectos para que los corrija. Nos dolerá cuando El ponga su mano sobre ellos, pero nos hará bien.

Si Dios no nos acusa de nada en nuestro recogimiento, quiere decir que no ha encontrado nada y entonces ya estamos listos para una comunión. Sin embargo, entonces surge una dificultad. Cuando comenzamos a entrar en comunión positiva con Dios nuestra mente debe a vagar.

Esto inquieta a muchos. No debe inquietarnos. Supongamos que nuestra mente empieza a vagar; pues, entonces lo que hay que hacer es convertir lo que hace vagar nuestra mente en el medio por el cual nos pongamos en comunión con Dios. Por ejemplo, cuando me hallaba escribiendo estas líneas, de pronto ví una paloma por mi ventana y mi mente comenzó a vagar repitiendo estas palabras: “La mañana fresca, cual paloma blanca hacia Dios en vuelo, lleva bajo el ala mi oración, mi nombre”.

Mi mente comenzó a vagar, pero en fin de cuentas fue para ascender a Dios. Supongamos, como alguien ha sugerido, que nos distrae el sonido de una sirena. Digamos entonces: “¡Qué bueno que una sirena más fuerte me advierte el peligro que rodea a las almas imprudentes!”. Convirtamos la distracción en dirección hacia Dios. Aun en las alas de la tempestad, volemos hacia Dios.

Después de algún tiempo seremos capaces de cautivar nuestro pensamiento para que obedezca a Cristo; pues mientras más lo obedezcamos, tanto más fácil será que El se convierta en el centro de nuestros afectos, y ya sabemos que “donde estuviere nuestro tesoro, ahí estará nuestro corazón”.


Tomado del libro: Vida en abundancia

http://sigueme.net/jovenes/jovenes_chat_comunidades.php?s=90

Lo nuevo - Simon (Cueva juego!)